Jerry Black, detective de homicidios de Nevada, disfruta de sus últimas horas como policía antes de acudir a la fiesta "sorpresa" que le han organizado sus compañeros con motivo de su jubilación. Su equipo le regala un billete de avión para hacer realidad su sueño: ir a pescar a México.
Al mismo tiempo, el cuerpo sin vida de una niña de ocho años es encontrado enterrado en plenas montañas de Nevada. Jerry, a pesar de los consejos de sus amigos de que ponga fin a su carrera, decide investigar el caso, pero primero ha de darle la trágica noticia a la familia de la niña. Los padres, entre lágrimas, le suplican que encuentre al culpable. Jerry les promete que dará con él. Aunque encarcelan al principal sospechoso, el detective está convencido de que el verdadero asesino sigue en libertad.