La trilogía del Señor de los Anillos se estrenó en 2001 con La Comunidad del Anillo, le siguió Las dos torres en 2002 y acabó con El retorno del Rey en 2003.
En este episodio de la trilogía, el joven y tímido hobbit, Frodo Bolsón, hereda un anillo. Lejos de ser una simple baratija, se trata del Anillo único, un instrumento de poder que permitiría a Sauron, el Señor Oscuro, reinar en la Tierra Media y convertir en esclavos a sus habitantes. Frodo, con la ayuda de una Compañía formada por hobbits, hombres, un mago, un enano y un elfo, tiene la misión de llevar el Anillo viajando por toda la Tierra Media hasta el Monte del Destino, lugar donde fue forjado, y destruirlo para siempre. Un tal periplo supone aventurarse muy lejos en Mordor, la tierra del Señor Oscuro, donde se concentra su ejército de orcos maléficos... La Compañía, no solo debe combatir las fuerzas externas del mal, sino también las fuerzas internas y la influencia corruptora que ejerce el propio anillo. El final de la historia está íntimamente ligado a la suerte de la Compañía.